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Recordando a Alan Alvarez, el Rey del Mango

March 3, 2021

 

Written by Nissa Pierson on behalf of RCF Distributors and El Grupo Crespo

Como muchos de ustedes saben, de repente sufrimos la pérdida de nuestro querido amigo, colega y principal agente de ventas, Alan Alvarez, el sábado 30 de enero de este año. El Grupo Crespo: RCF, Crespo Organic Mangos, Empaque Don Jorge y cientos de amigos de la industria del mango lamentamos junto a su esposa y sus tres hijos el fallecimiento de nuestro amado “Mango King”

Este Rey del Mango se construyó a la antigua, a través de trabajo duro y relaciones sólidas. Desde los inicios de su carrera, los clientes de Alan se dieron cuenta de su maravilloso talento para mover grandes volúmenes de la fruta. Clientes que comenzaron comprando sólo unos pocos palets terminaron comprando cargas en camiones, después de ser clientes de Alan. Eventualmente lo nombraron el Rey del Mango debido a su habilidad para sobresalir en el negocio. Fue un constructor de negocios porque construía relaciones profundas y afectuosas con las personas.

Alan era extremadamente bueno en su trabajo, y lo hacía parecer fácil y natural. La gente confiaba en él y confiaban sus necesidades de mango y fruta con él. Esto es muy raro en el mundo del mercado convencional, y especialmente en los mercados gigantes de mangos y cítricos, que eran sus especialidades. Manejó su negocio con gracia, humor y la máxima eficiencia. Siempre logró que hacer negocios con él fuera fácil y divertido.

Le pregunté a Scott Chodnoff, Gerente de Cuentas y Productos Básicos de Carbamericas Inc., y también cliente y amigo de Alan desde hace mucho tiempo, si podía reflexionar un poco sobre la impresión que Alan dejó en él y esto nos dice:

“Alan Álvarez fue verdaderamente uno de los buenos en esta industria. Lo conocí en el 2013. Durante los siguientes 8 años, nos conectamos a diario por teléfono. Alan era una de las personas más justas de la industria y resolvía problemas. Le atribuyo mucho de mi éxito, y ese es sólo el lado comercial de mi historia con Alan.

“Pasamos muchos años conociéndonos personalmente, como sucede al hacer negocios con la gente a diario. Teníamos mucho en común: ambos casados y con hijos, dos de los cuales estaban muy involucrados en ligas de béisbol. Ambos entrenamos este deporte y a los dos nos encantaba viajar con nuestras familias. Cuando terminabamos de hablar de mangos, siempre teníamos algo más de qué hablar, nuestros hijos, eventos deportivos, un viaje que íbamos a hacer, lo malos que son mis Raiders, o cómo sus Astros hicieron trampa para ganar la Serie Mundial. O tequila, ¡nos encantaba hablar sobre nuestro amor por el tequila!

“Siempre se podía saber lo generoso que era al hablar con él y al ver cuánto le devolvía a su esposa, a sus hijos, y a los niños que entrenaba. El verano pasado, se suponía que nuestro equipo jugaría en el gran torneo Cooperstown Dreams. Un día recibimos un paquete por correo dirigido a mi hijo, de parte de Alan. Cuando lo abrimos, era un guante de béisbol Rawlings Heart of the Hide nuevo y de primera línea para que mi hijo jugara en el torneo. Mi hijo no podía creerlo, es el mejor guante que ha tenido. No pudimos jugar el torneo debido al Covid-19, pero mi hijo usa ese guante todos los días en las prácticas y juegos.

“Ese es el tipo de persona que era Alan. Hizo cosas por la gente, no porque tuviera que hacerlo, sino porque quería hacerlo. Era un alma muy cariñosa y generosa. No creerías cuánto extraño hablar con él por teléfono todos los días, pero me ha dejado una impresión que durará toda mi vida.”

Las palabras de Scott reflejan quién era Alan, un excelente vendedor de mangos y una persona amada y generosa…

Más allá de vender una cantidad significativa de mangos, también traía una cantidad significativa de alegría (del mango) dondequiera que iba y con quienes interactuaba, tal como señala Scott. Esta fue una parte clave del título de Mango King y seguramente lo que lo convirtió en una persona de negocios espectacular y constructor de relaciones dentro de la industria. Tenía alegría y positividad ilimitadas. Su vitalidad y magnetismo no tenían paralelo en nuestro negocio, y no se podía evitar sentirse feliz a su alrededor. Hizo que el trabajo se sintiera maravilloso (teniendo en cuenta que este es el tipo de trabajo que, de lo contrario, a menudo puede hacernos sentir abatidos). Su risa fue contagiosa.

Como dice su hermana, Annette Alvarez: “Mi hermano menor era una persona especial. Si lo conocías, lo amabas y así de simple. (o “Así de fácil”, como diría Alan). Realmente era especial, y todos los que lo conocieron lo supieron y sintieron instantáneamente.

Puedo ver su contagiosa fuerza y positividad trabajando en todos nosotros: su familia, sus amigos, la familia Crespo, sus compañeros de trabajo y clientes, todos los cuales parecen tan fuertes durante esta significativa pérdida. Es bastante sorprendente presenciar cómo su alegría (del mango) sigue viva en todos nosotros. Nos deja con la voluntad de ser lo mejor que podamos y de seguir adelante con nuestra propia versión del éxito de Mango King.”

La familia Crespo ahora tiene la aparentemente imposible tarea de afligirse y reestructurarse totalmente al mismo tiempo. Mientras lamentamos su pérdida y celebramos su vida, debemos asegurarnos de que las bases sólidas que Alan nos dejó en sus diez años con RCF y la familia Crespo permanezcan intactas y crezcan, como él lo había planeado

Alan comenzó a trabajar en McAllen para El Grupo Crespo (RCF Distributors) en 2012. Trabajó junto a Jorge Crespo su primera temporada, y la temporada siguiente José Ángel se mudó a McAllen para administrarlo a tiempo completo con Alan a su lado.

Eventualmente Alan y José Ángel trasladaron a sus familias a McAllen, y así el negocio y las familias también se fusionaron, como es la tradición mexicana de familia, comunidad, y de cuidarse mutuamente.

José Ángel y Alan estaban planeando un gran futuro desde el principio, y el dúo formó una pareja poderosa. Codo a codo, Alan y José Ángel construyeron el negocio desde cero: nuevos clientes, productos, logística, almacén… todo. Cada año establecieron nuevos objetivos y metas, y año tras año los superaban.

Sus esposas eran cercanas (y aún lo son) y las familias eran inseparables de muchas maneras. No sólo estaban profundamente entrelazados en su trabajo juntos, sino que sus vidas personales se construyeron en conjunto. Para José Ángel, como muchos otros, esta es una pérdida profundamente personal. José Ángel compartió conmigo que admiraba genuinamente a Alan: la forma en que vivió la vida con valentía, la forma en que disfrutó cada momento precioso de su tiempo aquí y, en particular, su dedicación y amor por su familia. Eran “compadres”. Este año, el dúo tenía grandes planes de crecimiento: estaban entusiasmados con la temporada que se avecinaba, sabiendo que este iba a ser un buen año. Hay una sensación particular que se eleva por el aire en toda la empresa en estos días que dice que el éxito de esta temporada es para Alan.

Esta pérdida es terrible para todos. Es difícil transmitir cuánto. Existe este deseo de seguir adelante con el trabajo, como él hubiera querido que todos lo hicieran, de seguir adelante con positividad como él lo hizo. Pero es igualmente difícil aceptar la pérdida.

Uno de los aspectos más agridulces es el legado que deja en su hijo, Alan Jr., quien ha estado trabajando bajo las alas de su padre en RCF durante los últimos 4 años. Alan era, sobre todo, un hombre de familia, y a nadie le sorprendió que quisiera que su hijo trabajara junto a él, aprendiendo los secretos del oficio, conociendo los clientes y la compleja dinámica de cultivo, embalaje, envío y distribución de productos frescos (especialmente de México).

Cuando le pregunté a Alan Jr. qué había aprendido de su padre, señaló la cantidad de tiempo que su padre dedicó a asegurarse de que las cosas se hicieran correctamente y, a pesar de la gran cantidad de resolución de problemas que tenía que hacerse con tanta frecuencia, Alan Jr. señala lo fácil que era trabajar con él. “Fue increíblemente sencillo en su enfoque para asegurarse de que las cosas se hicieran bien, y la gente le respondía bien. Los problemas siempre se resolvieron y la gente siempre se sentía bien.” Creo que todos sabemos lo raro que es esto en los negocios, como en la vida.

Alan Jr. continuará profundizando en los pasos de su padre durante esta temporada, y todos podemos sentir la simultánea belleza y dificultad de presenciar esa hazaña. “Él era mi ídolo y modelo a seguir y, desafortunadamente, uno no se da cuenta de cuánto amamos y apreciamos a alguien hasta que se va. Lo amaré y lo extrañaré para siempre, eso es seguro. Mi trabajo en RCF lo mantiene cerca.”

Es imposible describir lo difícil que es unir el acelerado y endurecido negocio de los productos agrícolas, con el lento y suave proceso del duelo. Sin embargo, debemos intentarlo. El compromiso de la familia Crespo con sus clientes, consumidores y los cientos de personas que dependen de los complejos sistemas de cultivo, empaque, envío, venta y comercialización – que se extienden desde las regiones del sur de México a todo Estados Unidos y Canadá – sigue siendo inquebrantable, incluso en medio del dolor gigantesco y colectivo que todos llevamos. Alan no desearía menos de su equipo, su familia de mangos.

Este desafío requerirá mucho trabajo, compasión, empatía y comprensión de todos, especialmente al comienzo de una temporada tan importante. Tomará un esfuerzo colectivo de todos nosotros en RCF y en El Grupo Crespo, y requerirá el apoyo de nuestra industria del mango. No se equivoque, estos son tiempos difíciles desde el punto de vista empresarial, y aún más difíciles desde el punto de vista de familia y amigos. La familia Crespo sigue comprometida con el tiempo y la atención que necesitarán sus seres queridos y las comunidades del mango para llorar una pérdida tan grande. Llevamos el luto, nos movemos y crecemos al mismo tiempo, como debemos hacerlo.

As his son Alan Alvarez, Jr. put it, “When all is said and done, what I am going to do here at RCF, as well as in my everyday life, is try to keep his extraordinary legacy alive and prosperous, bring honor to his name. doing things the right way, the way he taught me, with integrity. “

RIP Mango King!

 

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